Los dientes de leche son como un cofre con un tesoro que podría salvar vidas.
Llegan a contener hasta 100 millones de células madre, con las que se podrían reconstruir tejidos y órganos dañados.
En Estados Unidos ya existen bancos de dientes del "ratoncito Pérez" y en España, ya hay clínicas que ofrecen su congelación a -130ºC.
A partir de ahora, el entrañable Ratoncito Pérez cogerá esos dientes que se dejan bajo la almohada, y no sólo les dejará de regalo una golosina a los niños, sino que también podría lleváselos a estas clínicas donde las congelan para preservarlas. :-)
Un reciente estudio del Centro Nacional para la Biotecnología de los Estados Unidos revela que las piezas dentales contienen células madre que, por haber estado menos expuestas a daños medioambientales, pueden ser de gran ayuda para regenerar otras partes del cuerpo dañadas. Y sin riesgo de rechazo.
Bajo el reclamo "Guarda un diente, salva una vida", en Estados Unidos han comenzado a proliferar los bancos de dientes de leche. Y desde allí se están extendiendo al resto del mundo. Esto se debe a que los dientes son una valiosa fuente de células madre, las que se encargar de dar origen a los tejidos y órganos como el hígado, el corazón, los huesos o los ligamentos. Es lo que se conoce como medicina regenerativa. En España, donde los odontólogos consultados reconocen que esta es una práctica todavía "muy poco conocida" entre los ciudadanos, ya hay clínicas que ofrecen la conservación de pulpas dentales, la parte interior de las piezas donde se encuentran las células mágicas. "Esta es una apuesta de futuro", resume con cautela el doctor Antonio Montero, presidente del Colegio de Odontólogos de Madrid.
Conservarlas no es barato. Los precios oscilan entre los 600 y los 2.500 euros anuales, y el interesado podrá disponer de sus células madre dentales durante 20 o 25 años. ¿Tú lo harías por tu peque?
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