Algunas muelas de leche perduran hasta los 10 años. Lo más importante, si los dientes temporales ya tienen caries, es muy probable que también se desarrollen en las piezas definitivas.
Las caries se pueden «contagiar» si compartes tu saliva con los más pequeños.
Los niños mayores de 3 años que usan chupetes o se chupan el dedo desarrollan malformaciones en la posición dental y en la buena mordida.
Aunque tu hijo no coma alimentos sólidos a esa edad, es muy probable que se lleve muchos de los objetos que encuentre a la boca. Por lo tanto, debemos cuidar su boca con con mucho esmero.
En los bebés, al igual que en los adultos, las bacterias atacan más durante la noche y es por ello que debemos ir a dormir siempre con la boca limpia.
Es mejor que nuestro hijo visite a un odontopediatra desde la aparición del primer diente. Las revisiones periódicas se recomiendan a partir de los 6-7 años.
Los malos hábitos de higiene y no factores hereditarios son los que provocan esta enfermedad.
Además de la estética, la mala orientación de las piezas dentales viene acompañada de un mayor acumulo de placa bacteriana y de mayor riesgo de infección. Incluso la mala posición de los frontales superiores puede desembocar en problemas de fonación.
No esperes a que a tu hijo pierda todos los dientes de leche para empezar a cuidar su boca. La prevención en la etapa infantil tiene su efecto positivo en la etapa adulta. Pide tu cita con el odontopediatra en Catalano y recuerda, no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.