Catalano se construye con elementos fuertes y duraderos como la experiencia, la reputación y la confianza.
“Dad crédito a las obras y no a las palabras”dijo Don Quijote.
Siguiendo su consejo, nos pusimos manos a la obra hace ya 12 años, para hacernos un nombre en el panorama odontológico castellano-manchego, a base de trabajo bien hecho. Porque antes de decir que somos buenos, tenemos que demostrarlo.
Y es que no hay mejor manera de crecer que sobre unos cimientos sólidos y estables; dejando claro día a día que nuestro proyecto no es pasajero, sino que se construye con elementos fuertes y duraderos como la experiencia, la reputación y la confianza.
Y todo esto sin distraernos de lo más importante: los momentos pequeños. Las conversaciones familiares en el gabinete, la llamada espontánea de un paciente agradecido, las bromas y la complicidad entre los empleados… Estos son los detalles que hacen grande este proyecto, más que los metros cuadrados o las cifras de nuestras clínicas.
Seguimos fieles a la cercanía y la confianza con las que atendíamos, hace casi dos décadas, a nuestros primeros pacientes de la clínica de Mora. Y por eso, el paso de los años nunca nos ha borrado la sonrisa.
Encontrándonos en plena expansión y con buenas perspectivas de futuro, no se nos ocurre mejor forma de cerrar este capítulo de “Historia” que… dejándolo abierto...
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